Los 6 pilares de la autoestima
Aplicar los pilares de la autoestima para tener un concepto sano de nosotros mismos es algo que podemos lograr no sólo como individuos, sino también en nuestras relaciones, equipos y organizaciones.
Nathaniel Branden, uno de los más grandes expertos en el estudio de los pilares de la autoestima, afirma que ésta funciona como el calcio. Así como el calcio fortalece nuestros dientes y huesos y es esencial para un cuerpo sano; de la misma manera la autoestima es vital para un buen desarrollo psicológico. Y así como no necesariamente moriríamos por falta de calcio, tampoco moriríamos de una autoestima baja; pero nuestra habilidad para vivir una vida plena se vería limitada.
“Para lograr una autoestima sana lo primero es confiar en tu propia mente y estar convencido de que mereces ser feliz. Después es importante entender que la autoestima es una práctica de diferentes elementos que requieren disciplina y repetición para poder desarrollarse”.
De acuerdo con lo anterior, a continuación te compartimos las 6 prácticas que constituyen los pilares de la autoestima:
1. La práctica de vivir conscientemente
Se refiere a trabajar las diferentes facetas de nuestra percepción para poder distinguir bien entre los hechos, nuestras emociones y nuestras interpretaciones. El desarrollo de esta consciencia implica el entendimiento de nuestro mundo interior y es la base de nuestro bienestar.
Debido a la importancia de vivir el ahora y sus beneficios en la calidad de vida, es que corrientes como el mindfulness o (conciencia plena), se han popularizado más en los últimos años, la cual también tiene que ver con la aceptación de uno mismo.
2. La práctica de la auto-aceptación
Esta práctica implica conocer nuestro lado brillante, nuestras fortalezas y cualidades, así como nuestro lado oscuro que incluye nuestros miedos, inseguridades y debilidades. La finalidad no es sólo valorar nuestras virtudes, sino trabajar las áreas de oportunidad personales para ser mejores.
Una parte importante de nuestro crecimiento como personas es adueñarnos de aquellas partes que a veces dejamos fuera e integrarlas como parte de quiénes somos.
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3. La práctica de la responsabilidad personal
Esta práctica se presenta cuando decidimos presentarnos ante la vida como seres libres y autónomos, y capaces de hacernos cargo de las consecuencias de las decisiones que tomamos. En lugar de presentarnos como víctimas de nuestras circunstancias o culpando a los demás por nuestros problemas o retos. Aplicar esto nos vuelve también personas más empoderadas y con mayor confianza personal, al ser capaces de resolver problemas.
4. La práctica de la asertividad, otro de los pilares de la autoestima
La asertividad es otro de los pilares de la autoestima tiene que ver con la valentía que se muestra cuando tienes que defenderte a ti mismo. Es permitirse ser uno mismo, tratarse con respeto y estar convencido de que tus creencias y opiniones son importantes. Cada vez que expresas tu voz y defiendes tus valores, creencias u opiniones fortaleces considerablemente tu autoestima.
5. La práctica de vivir con un propósito
Vivir con propósito”, explica Branden:
“Es usar nuestros poderes para lograr las metas que hemos seleccionado: la meta de estudiar, criar una familia, iniciar un nuevo negocio, resolver un problema científico, construir un hogar, o de sostener una relación romántica. Son nuestras metas las que nos llevan adelante, las que exigen el ejercicio de nuestras facultades, las que dinamizan nuestra existencia”.
Para ello es muy importante hacerte dos preguntas: ¿qué quieres? y ¿qué tienes que hacer para conseguirlo? Es muy importante aterrizar tus aspiraciones a planes de acción concretos, ya que los propósitos que no están ligados a planes son sólo anhelos frustrados.
6. La práctica de la integridad, clave en los pilares de la autoestima
Sin practicar la integridad personal, las cinco prácticas anteriores no sirven de mucho. La integridad es la integración de ideales, convicciones, estándares, creencias y comportamientos, afirma Branden. Cuando nos esforzamos todos los días por ser congruentes y alineamos nuestros comportamientos a los valores que profesamos, es cuando logramos la integridad.
“Cuando nuestro comportamiento es congruente con los valores que profesamos, cuando los ideales y la práctica coinciden, tenemos integridad”.
Y tú ¿tienes una idea clara de cuáles son tus valores, ideales, convicciones estándares o creencias?, ¿hace cuánto que no las actualizas? Para vivir en integridad es importante hacer una revisión constante de esta brújula personal para que no se nos olvide dónde queda nuestro norte.
Practicar la integridad, junto con el resto de pilares de la autoestima, nos permitirá reforzar o mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos y nuestra confianza personal.
Referencias:
Branden, N (1994) The six pillars of self-esteem. Nielsen Library