Las ventajas de la positividad de acuerdo a la ciencia
La Dra. Barbara Frederickson, experta en emociones positivas y positividad, afirma que estamos buscado la felicidad en el lugar equivocado.
“Todo parece indicar que estamos buscando la felicidad en el lugar equivocado, tan es así que valoramos más esa hora extra en el trabajo para complacer al jefe, que conectarnos con nuestros hijos. Preferimos los “martinis” a la meditación, levantamos pesas en un gimnasio en lugar de caminar por el parque. Escribimos mails en lugar de leer poesía. Seguimos dietas estrictas en lugar de comer menores porciones de comida nutritiva y bien preparada. Vemos la televisión o surfeamos la web en lugar de leer un libro o escuchar música”.
Tanto en su libro como en sus investigaciones, la Dra. Frederickson resalta la importancia que tiene el buscar la positividad día con día, donde quiera que estemos. Ella afirma que, momento a momento la positividad nos agrega valor e incrementa nuestro bienestar, fortaleciendo nuestra salud mental. Además, ser positivos no sólo nos ayuda a disfrutar más de la vida, sino que nos sintoniza con todo lo bueno que tiene el mundo y nos pone en condiciones de desarrollar una mejor versión de nosotros mismos.
Algunas ventajas a nivel científico que la Dra. Fredrickson ha descubierto que la positividad puede brindarnos son:
La positividad se siente bien
No todas las formas de positividad son iguales, algunas pueden ser más intensas que otras. Sin embargo, la positividad hace que nos sintamos notablemente mejor al cambiar algunos pensamientos negativos por pensamientos positivos. Las emociones positivas activan una “chispa” de bienestar que nos hace sentir con más energía, más “vivos”.
La positividad cambia la manera en que nuestra mente trabaja
La positividad no sólo cambia los pensamientos malos por los buenos. Al entrar en un estado positivo, se expanden los límites de nuestra mente y se amplía el espectro de posibilidades que somos capaces de percibir. Esto promueve nuestra creatividad para encontrar soluciones y nos vuelve más efectivos ante los pequeños contratiempos que afrontamos todos los días.
Frena a la negatividad
En un segundo, la negatividad puede incrementar tu presión sanguínea y nublar tu mente, pero la positividad puede calmar esta reacción y funcionar como un botón de reinicio. Por ejemplo: chocaste tu automóvil pero tu reencuadras la situación y dices: “por lo menos tengo seguro”, “por lo menos no venían mis hijos”. Este esfuerzo por ver lo positivo te ayuda a sacar la negatividad de tu sistema, y te permite actuar con más libertad y empowerment personal.
La positividad te ayuda a transformar tu futuro
Aunque las emociones positivas son efímeras, con el tiempo te ayudan a fortalecer tus recursos personales. La repetición continua de emociones positivas impacta los siguientes recursos:
- Físicos: porque al estar menos estresado durante el día puedes dormir y descansar mejor.
- Mentales: porque al disfrutar más, puedes estar más consciente de tu presente.
- Psicológicos: porque la positividad fortalece tu optimismo y resiliencia.
- Sociales: porque puedes tener mejores conexiones con tu familia y tus colegas.
Así como lo mejor que podemos hacer por nuestro cuerpo es mantenernos en forma y hacer ejercicio, lo mejor que podemos hacer para lograr un bienestar psicológico duradero es fortalecer nuestro músculo de la positividad de manera consciente todos los días.
Algunos tips sencillos
1. Examina tus creencias acerca de lo que te permites disfrutar en la vida. Permítete sentir más placer y alégrate con más frecuencia por las cosas buenas que te pasan.
2. Comparte con otros, expande tu apreciación y cuenta las cosas por las que estás agradecido todos los días.
3. Expresa sentimientos placenteros con tu lenguaje corporal: sonríe, brinca, baila y ríe a carcajadas más a menudo.
4. Afina tus percepciones sensoriales y concéntrate más en los olores, los sabores, las cosas bellas, la música y las texturas.
5. Sumérgete en el presente, en lo posible despeja tu mente de la “rumiación de pensamientos” y deja ir los pensamientos que te mantienen en estado negativo o neutro.
Fuentes:
-“Positivity” Dra. Barbara Frederickson
-“Practical Guide to Positive Psychology” Bridget GrenVille Cleave
