Entendiendo el burnout y cómo prevenirlo
El burnout es hoy una de las más grandes barreras para alcanzar el bienestar. Las investigaciones afirman que una en cada dos mujeres, y uno de cada tres hombres experimentan actualmente niveles de moderados a altos de fatiga emocional. Por ello, hoy hablaremos sobre el burnout y cómo prevenirlo
¿Sabías que nuestro país es considerado el más estresado del mundo? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 75% de los trabajadores lo padece, debido a las cargas excesivas de trabajo que se registran en México, las pocas vacaciones y al estilo de vida.
Esto se debe principalmente a que nuestro sistema de respuesta al estrés no está equipado para el ambiente de la vida moderna. Pero hoy, gracias a los avances de la neurociencia, podemos entender el impacto del estrés en nuestro cuerpo y cómo funciona el burnout para poder identificarlo a tiempo.
¿Qué es el burnout y cuáles son sus 3 componentes?
El burnout es un estado de agotamiento emocional y mental causado por un estrés excesivo y prolongado. El término burnout fue acuñado por primera vez en 1975 por el psicólogo estadounidense de origen alemán Herbert Freudenberger, quien también lo definió según lo que él creía que eran sus tres componentes principales:
- Agotamiento emocional: La fatiga que proviene de preocuparse demasiado, durante demasiado tiempo.
- Despersonalización: El agotamiento de la empatía, el cuidado y la compasión.
- Disminución de la sensación de logro: Una sensación invencible de futilidad; que se traduce como un sentimiento de que nada de lo que haces tiene sentido.
De estos 3 componentes del burnout, es el primero -el agotamiento emocional- el más destructivo de todos por mucho. Por tal razón es de vital importancia entender qué son las emociones y cómo exactamente es que nos pueden agotar.
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¿Cómo influye el estrés en el agotamiento emocional?
Todas las emociones, incluso las positivas, causan algún tipo de estrés. Nuestro cerebro ha sido programado para que sobrevivamos y nuestro cerebro dispara estas señales de alerta a través de las emociones. Por ejemplo, una cebra al notar un león, activa una “respuesta genérica al estrés” que manda el flujo de su sangre de sus órganos a sus músculos de las extremidades para que pueda correr.
Una vez que ha escapado del león, sus niveles de estrés vuelven a la normalidad. La sangre es bombeada de regreso de sus extremidades a otros sistemas para recuperar el balance. Probablemente esto fue similar para nuestros ancestros, sin embargo, esto ya no aplica a los humanos modernos.
La razón es que este sistema evolucionó en un entorno de amenazas visibles e inmediatas, mientras que nuestro entorno se caracteriza por riesgos y presiones constantes e invisibles. En lugar de leones, nos enfrentamos a alarmas, notificaciones, exámenes, plazos, políticas de oficina y más.
De ahí que nuestros cuerpos permanezcan regularmente estresados y persistentemente atascados en alguna emoción. Esto, de no gestionarse, resulta peligroso para la salud, disminuye la calidad de vida, la productividad y la capacidad de concentración.
Cómo lidiar con el estrés de manera efectiva
Ahora bien, para lidiar con el estrés de manera natural tendríamos que dejarlo completar su ciclo. Consideremos que el estrés inicia su ciclo al activar en nuestro cerebro el modo de “lucha o huida” y el ciclo se cierra cuando físicamente hacemos eso: luchar o huir.
Pero como en la vida moderna no podemos golpear a alguien que sentimos que nos ataca en una sala de juntas, ni podemos salir corriendo de nuestras responsabilidades; necesitamos encontrar alternativas que le permitan a nuestro cuerpo cerrar el ciclo y recuperar el balance después de las turbulencias emocionales.
Tips que funcionan para cerrar el ciclo del burnout
-Mantenerse activo físicamente es la respuesta más efectiva para completar el ciclo del estrés y es la primera línea de defensa ante el burnout. El movimiento le avisa a tu cerebro que has sobrevivido ante la amenaza y tu cuerpo puede sentirse a salvo y recuperar el balance.
-Otros métodos que han mostrado funcionado tan bien como el ejercicio son: respirar lenta y profundamente, reír a carcajadas, ver una película que te haga llorar porque esto permite que tu cuerpo pueda experimentar una emoción y complete el ciclo del estrés. La auto-expresión creativa como escribir, dibujar o cantar también tiene un efecto similar.
-El descanso es fundamental, estamos hechos para oscilar entre el esfuerzo y el descanso. Por tal razón te debes procurar por lo menos 10 horas al día de descanso (inlcuyendo tus horas de sueño y tus breaks en la jornada laboral).
-Las interacciones sociales positivas también funcionan. Está comprobado que cuando estás interacciones se combinan con muestras de afecto, como un beso de 6 segundos o un abrazo de 20 segundos, te ayudan a lidiar con emociones difíciles como el duelo, la desesperación, la ira o la impotencia. Por eso al experimentar este tipo de emociones no dudes en combinar un poco de actividad física con una buena conexión interpersonal. Finalmente, te recomiendo aprender sobre agilidad emocional para enfrentar los retos de la vida.
Referencias:
-Nagoski, E., & Nagoski, A. (2019) Burnout: The Secret to Unlocking the Stress Cycle. Random House.