7 Transiciones Cruciales Para Crecer Profesionalmente
El ser un buen contribuidor individual no garantiza que te conviertas en un buen líder de equipo, de la misma manera que el ser un buen gerente no garantizará que seas un buen director. Esto es debido a que crecer en cada nivel de la escalera corporativa requiere elevar ciertas habilidades cómo: la manera en que organizas tu tiempo, estableces prioridades, manejas las relaciones y alineas a tu equipo de trabajo.
Michael D. Watkins, autor de The First 90 days (Los primeros 90 días) se dedicó a entrevistar durante años a ejecutivos exitosos y a profesionales de Recursos Humanos para entender los factores que influían en el crecimiento profesional. Como resultado, identificó 7 transiciones cruciales que pueden ayudarte a avanzar tu carrera.
1. De Especialista a Generalista
Generalmente el reto al subir al siguiente nivel gerencial es ampliar tu perspectiva. Esto se logra considerando cómo tus decisiones impactan otras áreas más allá de tu rango de responsabilidad. Por ello conocer un poco más el funcionamiento de otras áreas de negocio, es un principio para reconocer de qué manera puedes agregar valor en el proceso. Quedarte enfocado sólo en tu tramo control minimizará tu impacto y visibilidad.
2. De Analista a Integrador
Lo que hace que un analista sea exitoso es su profundidad de conocimiento y atención al detalle, sin embargo cuando se pasa al siguiente nivel es importante conectar diferentes puntos e integrar diferentes perspectivas para resolver problemas organizacionales más complejos. Por ello, un paso importante en esta transición es fundamentar los racionales detrás tus decisiones para asegurarte de que estás considerando todas las variables importantes y las posibles implicaciones de tu plan de acción.
3. De Táctico a Estratégico
Usualmente estamos estamos orientados a la acción y somos recompensdos por la consecución de resultados a corto plazo. Sin embargo, si verdaderamente deseas crecer cómo líder tu visión tiene que enfocarse en el futuro y en la sostenibilidad de esos resultados. Ser estratégico también implica asegurar la ventaja competitiva, hacer conexiones y anticipar posibles amenazas u oportunidades ocultas.
4. De Albañil a Arquitecto
La constante transformación que están viviendo los negocios provoca que las estructuras organizacionales se modifiquen constantemente. Por ello, hay que dedicar tiempo a darle estructura y claridad a los equipos. Para ser un arquitecto efectivo hay que pensar como todos los elementos funcionan juntos en un sistema y cómo los resultados de los que tú estás a cargo se entrelazan con los de otras áreas para crear sinergías, aumentar la agilidad y escalar tu impacto.
5. De Solucionador de Problemas a Dictar la Agenda
Es común ser promovido al siguiente nivel por ser un buen solucionador de problemas, pero esto no siempre es suficiente en un rol más senior. Por ello al crecer, hay que enfocarse menos en resolver los problemas y enfocarse más en definir cuáles problemas son prioritarios, qué tipo de recursos requieren y en qué orden deben de ser resueltos.
6. De Guerrero a Diplomático
En ciertos niveles corporativos ser exitoso significa alinear las tropas para dar resultados y enfocarse primordialmente en lograr una ejecución efectiva. Pero mientras más se crece en posiciones de liderazgo es importante ampliar el portafolio de habilidades y desarrollar una inteligencia política y un manejo efectivo de relaciones estratégica para continuar avanzando y para generar tracción y exposición con proyectos de mayor envergadura.
7. De Actor de Reparto a Rol Protagónico
Elevar tu perfil de liderazgo significa estar bajo la luz de los reflectores de manera más frecuente representando a tu equipo o área en ciertos foros. En palabras simples: la gente estará te estará observando la mayor parte del tiempo y te tomará como ejemplo aunque tú no te des cuenta.
Esto conlleva la responsabilidad de convertirse en un líder no sólo competente si no también con carácter y calidad humana. Un buen role model que ejemplifique dignamente los valores, principios y cultura de trabajo a los que todos se han comprometido. A final de cuentas como decían los griegos:
“El ejemplo es el discurso más elocuente”.
Referencias:
Watkins, M (2012) How managers become leaders. HBR