5 tips para lidiar con la preocupación
Preocuparse es una parte natural de la vida. Como especie, estamos programados para anticipar los posibles riesgos que se nos pueden presentar para poder sobrevivir. Sin embargo, preocuparse de más o antes de tiempo puede ser muy desgastante y nos quita la energía que podríamos invertir en resolver los problemas reales. El Dr. Jason Moser de la Universidad de Michigan comparte algunos consejos para lidiar con la preocupación de una manera efectiva.
1. Hacerse las preguntas adecuadas para lidiar con la preocupación
Cuando te sientas invadido por el miedo y la preocupación, puede funcionar preguntarte en un primer momento: ¿Es mi problema? La segunda pregunta puede ser: ¿Tengo algún control sobre el mismo? La tercera: ¿Ya hice todo lo que estaba en mis manos hacer? Y la más útil: ¿Es esto inminente? Si no es algo inminente o las probabilidades de que ocurra son bajas, no vale la pena preocuparse.
2. Llegar a la raíz de la preocupación
El problema es que los pensamientos angustiantes pueden salirse de control y la situación que nos inquieta puede comenzar como una bola de nieve que acaba en avalancha. Por eso, identificar y delimitar perfectamente bien y de manera específica la situación, nos ayudará a mantener la dimensión de los problemas a raya y a encontrar alternativas.
También puedes aprender más sobre rumiación mental para evitar sus efectos en la resolución de problemas y lidiar con la preocupación.
3. Confiar en que se tienen los recursos personales para afrontar cualquier cosa
La gente que vive preocupada no sólo vive pensando en todas las cosas que pueden salir mal, sino que también carece de la confianza necesaria para poder hacerles frente. La gente efectiva puede evocar las situaciones más difíciles de su vida y reflexionar en cómo logró salir de ellas; lo que la hace confiar en que podrá hacer el trabajo necesario para ponerse a la altura del reto y resolverlo.
4. Crear un sentido de perspectiva para lidiar con la preocupación
El imaginarse el peor escenario posible en una situación (por ejemplo, perderlo todo y quedarte viviendo en la calle), te ayudará a centrarte y a ver lo poco probable que es que ocurran nuestros peores miedos. Otra manera de mejorar la perspectiva es enlistar los pasos que podríamos tomar, hacer un plan, y actuar en consecuencia en lugar de congelarnos y sufrir por situaciones que no existen.
5. Practicar el mindfulness o la atención plena
El ser capaz de estar en el aquí y en el ahora te mantiene alejado de todas esas situaciones hipóteticas que empiezas a imaginar en tu cabeza. La practica del “mindfulness” también ayuda a detectar nuestros pensamientos dominantes y el efecto que están teniendo en nuestro estado de ánimo. Para aplicarlo se suele recurrir a la meditación, a la respiración consciente, y al recordatorio constante para traernos de vuelta a la realidad del mundo de los pensamientos y preocupaciones.
Alguna vez leí que el 85% de las cosas que nos preocupan realmente no llegan a ocurrir o tienen un efecto positivo o neutro. Así que el mejor consejo que podemos seguir después de todo es: “No cruzar el puente… hasta llegar a él”.
Referencias:
– The Difference between worry, stress and anxiety and what to do – The New York Times.
– 11 Habits Of People Who Never Worry – Huffpost.
